viernes, 24 de julio de 2009

Para matar la soledad


PARA MATAR LA SOLEDAD

Manuel Valldeperes


Para matar la soledad sostengo

Un diálogo perpetuo con los libros.

Me mantienen alerta contra el tiempo

Y me une a mí,

Cual vértice animado,

Con lo que fue y con lo que ha de ser.

Matar la soledad

Es animar la intrepidez del alma

Y la lectura tiene

En la mole de sombras del hogar,

Un sentido vital:

Dotar la soledad de compañías.


Mantiene al hombre en su lenta agonía

-la vida es un ceder a la esperanza-

la voz interior

que destruye el silencio

y que nos guía al través de la oscura

solidez de los fevores íntimos.

Los libros son caminos

De luz y son artífices serenos

De lúcida conciencia.

!Oh vieja y renovada biblioteda

de ese hogar mío que también renueva

la atmósfera común en la quevivo!

La soledad de uno

Es soledad que nos envuelve a todos.

Y a sostenernos comúnmente unidos

Más allá del silencio

Va dirigida la palabra escrita.

!Virtud de la palabra

que reduce a cenizas las murallas

del silencio y de la soledad!

La mente iluminada

Es proyecto de luz

Sobre las anchas vastedades -solas-

En las que el hombre deja cada día

Su propia soledad.

Y contempla sin altivez, seguro

De sí mismo, el poder de la luz.

!Aunque la soledad de uno,

abierta a circundada compañía!


Elevación de la palabra escrita

Que destruy el misterio

De los aislamientos

Y da sentido a la hermandad humana.

!Matar la soledad

es animar la intrepidez del alma,

aunque vivamos rigurosamente

solos, en luminosa soledad!

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